viernes, 30 de marzo de 2012

CRÓNICA DE UNA CONFUSIÓN INTERESADA




Crónica de una confusión interesada


      El martes 20 de diciembre de 2011, diez residentes de AFAP presentamos un escrito de denuncia a Inspección del departamento de Bienestar y Familia de la Generalidad de Cataluña, con trece puntos de reclamación razonados.
El martes 3 de enero de 2012, ocho residentes presentamos un segundo papel, ampliando la demanda.
El viernes 3 de febrero de 2012 –que terminó de ser entregada el 15 de marzo de 2015—, se nos entregó una carta de 31 de enero firmada por el presidente de AFAP, sin membrete, y estando presente la Directora Técnica del Centro. Pese a decir que «restem a la espera que siguin ells [la inspección] qui ens responguin», la carta parecía dudosamente legal en, por lo menos, dos puntos.
El martes 13 de marzo se nos comunico la resolución de Inspección. De entrada, parecía algo sumamente complicado. Quedamos en estudiarlo atentamente, aunque había tres logros evidentes: las sanciones tienen que adecuarse al régimen interno; no se pueden cobrar un plus de comida además del contrato; y la única que tiene poder para las dietas son el médico, la enfermera del centro y la directa (y nadie más).
El miércoles 21 de marzo de 2012 la Directora Técnica del Centre interpeló a cuatro residentes reclamándoles el fallo de Inspección de Bienestar y Familia, acusando a uno de ellos de esconderla. La Directora Técnica del Centre aseguro que AFAP no tenía ninguna notificación de Bienestar. Consultadas fuentes de la abogacía (y de Bienestar y Familia), coincidieron en que si AFAP quería la carta, tenía  que dirigirse al departamento de Bienestar, no a los residentes.
El mismo día, la Directora Técnica del Centro interpeló a otro residente que tenía la carta en su poner (era el primer firmante), el cual le notificó que la carta era para los residentes, y en ella ponía claramente que había sido comunicada a AFAP.
El jueves 22 de marzo de la Secretaria Técnica del Centro volvió a dirigirse al primer firmante, pidiéndole la carta, porque ellos (AFAP) no tenían ninguna. El primer firmante se negó.
El viernes 23, el primer firmante entrego una carta, en la que manifestó no tener ningún problema para entregar la carta, siempre que la pidiese el Presidente de la Entidad.
El mismo día 23 se distribuyó una hoja a los firmantes –pero no a todos—en la que informa de nuevo de no tener noticia de la carta de Inspección. El jueves día 29, la Secretaría Técnica del Centro volvió a preguntarle a uno de los residentes por la carta (y acusando a otro de tenerla).
El lunes 26 de marzo, los residentes llamaron a Inspección y hablaron con la directora de Inspección Yolanda Martín, que aseguró que AFAP tenía la carta en su poder, que ha apelado y que está negociando con los inspectores cómo aplicar el fallo.
Esperaremos, por supuesto. Aunque tenemos la viva impresión de que alguien ha estado faltando a la verdad y presionando a los residentes ilegalmente.


Josep Torrell
Humillados y ofendidos, residentes de AFAP